viernes, 19 de febrero de 2010

FIN DEL IMPERIO ROMANO.El Imperio romano de Occidente es la parte occidental del Imperio romano, después de su división en Occidente y Oriente iniciada con la tetrarquía del Emperador Diocleciano (284-305) y efectuada de forma definitiva por el Emperador Teodosio I (379-395), quien dividió el Imperio romano en Occidente y Oriente y lo repartió entre sus dos hijos: Arcadio recibió el Imperio de Oriente y Honorio recibió el de Occidente, con el fin de facilitar el control y el manejo de los vastos territorios que conformaban el Imperio romano.


VISIGODOS.Los visigodos (gótico por 'godos ilustres', más tarde denominados «godos del oeste» —en alemán Westgoten o Wisigoten o Terwingen—, en comparación con los ostrogodos, gótico por 'godos egregios', más tarde denominados «godos del este» — en alemán Greutungen u Ostrogoten u Ostgoten)[1] [2] fueron un pueblo germánico que penetró en el Imperio romano tardío. Los visigodos fueron la rama occidental de los pueblos godos. Después de la caída del Imperio romano occidental, los visigodos tuvieron un papel importante en Europa durante los 250 años que siguieron.
Los godos, aprovechando la pasividad de los emperadores romanos con respecto a Germania, se establecieron allí, hasta que a principios del siglo III se instalaron a orillas del mar Negro, en la zona de Crimea, de donde fueron expulsados por los hunos en 376. Para entonces los godos se habían desgajado en dos grupos: visigodos y ostrogodos.
El pueblo de los godos fue nombrado ya por Tácito, que los llamó gotones. Entonces habitaban el norte de Germania, en tierras que antes poblaron boyos, getas y escitas. Ampliaron sus territorios e incorporaron a otros grupos vecinos (de origen germano y sármata) y dominaron del Theiß (en alemán) o Tisza al Don y del Ponto al Báltico.

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