viernes, 21 de enero de 2011

San Manuel Bueno, mártir: resumen, temática y estructura

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A) Resumen del contenido

Ángela Carballino escribe la historia de don Manuel Bueno, párroco de su pueblecito, Valverde de Lucerna. Múltiples hechos lo muestran como “un santo vivo, de carne y hueso”, un dechado de amor a los hombres, especialmente a los más desgraciados, y entregado a “consolar a los amargados y atediados, y ayudar a todos a bien morir”. Sin embargo, algunos indicios hacen adivinar a Ángela que algo lo tortura interiormente: su actividad desbordante parece encubrir “una infinita y eterna tristeza que con heroica santidad recataba a los ojos y los oídos de los demás”.

Un día, vuelve al pueblecito el hermano de Ángela, Lázaro. De ideas progresistas y anticlericales, comienza por sentir hacia don Manual una animadversión que no tardará en trocarse en la admiración más ferviente al comprobar su vivir abnegado. Pues bien, es precisamente a Lázaro a quien el sacerdote confiará su terrible secreto: no tiene fe, no puede creer en Dios, ni en la resurrección de la carne, pese a su vivísimo anhelo de creer en la eternidad. Y si finge creer ante sus fieles es por mantener en ellos la paz que da la creencia en otra vida, esa esperanza consoladora de la que él carece. Lázaro, que confía el secreto a Ángela, convencido por la actitud de don Manuel, abandona sus anhelos progresistas y, fingiendo convertirse, colabora en la misión del párroco. Y así pasará el tiempo hasta que muere don Manuel, sin recobrar la fe, pero considerado un santo por todos, y sin que nadie, fuera de Lázaro y de Ángela, haya penetrado en su íntima tortura.

Más tarde morirá Lázaro, y Ángela se interrogará acerca de la salvación de los seres queridos.

Pío Baroja

(San Sebastián, 1872 - Madrid, 1956) Novelista español. Por su padre, como por su madre, perteneció a familias distinguidas, muy conocidas en San Sebastián; entre los ascendientes de la madre, existía una rama italiana, los Nessi.

Este poco de sangre italiana que llevaba en las venas no dejó nunca de halagar a nuestro autor, aunque su orgullo se cifró siempre en su ascendencia vasca. Eran tres hermanos: Darío, que murió, joven aún, en Valencia; Ricardo, que fue pintor y escritor y gozó también de alguna fama, y Pío, el novelista. Era éste el menor de los hermanos. Ya muy separada de ellos, nació Carmen, que había de ser la gran compañera del novelista.


Pío Baroja

El padre de Baroja, don Serafín, era ingeniero de minas, profesión que, unida a su temperamento inquieto y errabundo, llevó a la familia a continuos cambios de residencia. Ello no dejó de ser una suerte para el futuro novelista, que, de este modo, pudo conocer desde niño diversas partes de España, y sobre todo, Madrid, su amor más grande después de Vasconia, donde había de florecer su vocación y conseguir por último la fama.

Baroja permaneció poco tiempo en su ciudad natal; tenía siete años cuando sus padres se trasladaron a Madrid donde don Serafín había obtenido una plaza en el Instituto Geográfico y Estadístico; de Madrid pasaron a Pamplona, siempre por exigencias del cargo del padre y de sus deseos de mudanza. Desde Pamplona volvió la familia a Madrid; esta vez a don Serafín no le impulsaría ya solamente la inquietud, los deseos de cambio: sin duda entró también en su decisión la necesidad de educar a los hijos.

Cuando abandonó Pamplona tenía Baroja catorce años cumplidos; había asistido con sus hermanos a las clases del Instituto, y sobre todo reñido y correteado por las murallas; no sabemos si había ya emborronado alguna cuartilla, pero sí que había leído a Julio Veme, a Mayne Reid, el Robinsón, y había soñado ya con aventuras maravillosas, Junto al Arga, o subido a un árbol de la Taconera.

Había estudiado Baroja en San Sebastián las primeras letras, continuándolas en Madrid; antes, en Pamplona había frecuentado la escuela, como hemos dicho, y había empezado a asistir a las clases del Instituto; prosiguió en Madrid los estudios, y lo hizo finalmente en Valencia, donde terminó la carrera de Medicina, doctorándose posteriormente en la capital de España. Fue, por lo general, un pésimo estudiante; estuvo siempre mucho más interesado en las novelas que en los libros de texto; su carácter arisco y rebelde le perjudicó también en gran manera, pues acabó riñendo con algunos de sus profesores y no despertó simpatías en ninguno.

Aparte de esto, pasó toda su juventud entre dudas; nunca supo bien qué carrera le gustaba estudiar; en verdad, no le interesaba ninguna. Sólo las letras le atraían, pero tampoco en las letras veía clara su vocación. Antes de ir a Valencia había empezado algunos cuentos, artículos, tal vez una novela, pero lo rompió todo o lo dejó olvidado. Sus fracasos de estudiante, como es fácil suponer, se debieron más a falta de interés que de talento. Pocos escritores ha habido de vocación más segura y que se moviese más inseguro, con más dudas sobre su vocación, y aún mucho después, escrita ya buena parte de su obra, se preguntaba si sería verdaderamente escritor.

Al terminar sus estudios, Baroja se trasladó a Cestona, en el país vasco, donde había conseguido una plaza de médico. No tardó en advertir que aquello no era lo suyo; al poco tiempo estaba asqueado del oficio; había reñido con el médico viejo, con quien compartía el cuidado de la salud de aquellos pueblos, como había reñido antes con sus profesores; se había enemistado con el alcalde y, naturalmente, con el párroco y con el sector católico del pueblo, que le acusaban de trabajar los domingos en su jardín.

Se fue de allí asqueado del pueblo, del médico y hasta de los enfermos, cuando menos de algunos de éstos, y se trasladó a San Sebastián, donde estaba en aquel momento la familia. Permaneció algún tiempo en San Sebastián, y de allí salió para Madrid. En la capital estaba su hermano Ricardo, que, también sin empleo, se ocupaba en un negocio de pan de una tía de ellos que había quedado viuda. Ricardo le había escrito a su hermano que estaba harto del negocio y que iba a dejarlo. Baroja vio el cielo abierto ante él, y sin vacilar un instante escribió a su hermano que iba a Madrid, con la intención de ocuparse de aquel negocio.

De este modo, se vio convertido en dueño de un comercio de pan, sobre lo cual se le gastaron después tantas bromas y le irritaron de tantas maneras, sin contar los disgustos que se derivarían para él de la marcha del negocio. En Madrid, no obstante, había algo para él que estaba por encima de todo: de la vulgaridad del oficio y de las burlas que se le pudiesen gastar; allí podría, en efecto, reanudar los contactos con sus antiguos amigos, frecuentar los medios literarios, ponerse, en realidad, en contacto con su vida, volver de un modo o de otro a aquello que cada vez con mayor certeza sentía que era su vocación.

A poco de llegar a Madrid, instalado ya en el negocio, empezó sus colaboraciones en periódicos y revistas; en 1900 publicaba su primera obra Vidas sombrías, colección de cuentos, que empezó a darlo a conocer. Eran, en su mayoría, cuentos escritos en Cestona sobre temas de aquella región y de sus experiencias de médico; se trataba de vidas humildes, y reflejaban toda la tristeza de aquel medio, y la tristeza, sobre todo, que reinaba entonces en su alma -mezclada con ráfagas de cólera-.

Puede decirse que en su primera obra estaba ya en germen toda su obra futura. Vidas sombríasconstituyó un éxito, un éxito del que el propio autor se sintió sin duda asombrado; de su libro se ocuparon con elogio Azorín, Galdós y sobre todo Unamuno, que se entusiasmó con él, especialmente de uno de los cuentos, "Mary-Belche", y quiso conocer a su autor.

A partir de entonces Baroja fue dedicándose más y más a las letras, y apartándose cada vez más del negocio, hasta dejarlo del todo y consagrarse exclusivamente a su vocación. En algún momento Baroja llevó a cabo alguna incursión en el campo de la política, arrastrado más que por su convicción, por el ambiente de la época y por el ejemplo de algunos de sus compañeros, como por ejemplo, Azorín. Efectivamente, Baroja se presentó para concejal en Madrid, y más adelante para diputado por Fraga.

Estas tentativas, como era natural, constituyeron dos rotundos fracasos; tampoco él lo había tomado demasiado a pecho. Se retiró cada vez sin gran disgusto; nos divirtió después contándonos las peripecias, y volvió al camino de las letras del que nunca habría ya de apartarse.

Miguel de Unamuno

(Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98.

Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la universidad de Madrid, época durante la cual leyó a T. Carlyle, Herber Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después accedió a la cátedra de lengua y literatura griega en la universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana.

Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en las cuestiones éticas y los móviles de su fe. Desde el principio trató de articular su pensamiento sobre la base de la dialéctica hegeliana y más tarde acabó buscando en las dispares intuiciones filosóficas de Spencer, Sören Kierkegaard, W. James y H. Bergson, entre otros, vías de salida a su crisis religiosa.

Sin embargo, las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como "ente de carne y hueso", y la vida como un fin en sí mismo se proyectaron en obras como En torno al casticismo (1895), Mi religión y otros ensayos (1910), Soliloquios y conversaciones(1911) o Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913).

El primero de los libros fue en realidad un conjunto de cinco ensayos en torno al "alma castellana", en los que opuso al tradicionalismo la "búsqueda de la tradición eterna del presente", y defendió el concepto de "intrahistoria" latente en el seno del pueblo frente al concepto oficial de historia. Según propuso entonces, la solución de muchos de los males que aquejaban a España era su "europeización".

Sin embargo, estas obras no parecían abarcar, desde su punto de vista, aspectos íntimos que formaban parte de la realidad vivencial. De aquí que literaturizase su pensamiento primero a través de un importante ensayo sobre dos personajes clave de la literatura universal en la Vida de don Quijote y Sancho(1905), obra en la que, por otra parte y en flagrante contradicción con la tesis europeísta defendida en libros anteriores, proponía "españolizar Europa". Al mismo tiempo, apuntó que la relación entre ambos personajes cervantinos simbolizaba la tensión existente entre ficción y realidad, locura y razón, que constituye la unidad de la vida y la común aspiración a la inmortalidad.


Miguel de Unamuno

El siguiente paso fue la literaturización de su experiencia personal a fin de dilucidar la oposición entre la afirmación individual y la necesidad de una ética social. El dilema planteado entre lo individual y lo colectivo, entre lo mutable y lo inmutable, el espíritu y el intelecto, fue interpretado por él como punto de partida de una regeneración moral y cívica de la sociedad española. Él mismo se tomó como referencia de sus obsesiones del hombre como individuo. "Hablo de mí porque es el hombre que tengo más cerca."

Su narrativa progresó desde sus novelas primerizasPaz en la guerra (1897), y Amor y pedagogía (1902) hasta la madura La tía Tula (1921). Pero entre ellas escribió Niebla (1914), Abel Sánchez (1917), y sobre todo Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920), libro que ha sido considerado por algunos críticos como autobiográfico, si bien no tiene que ver con hechos de su vida, sino con su biografía espiritual y su visión esencial de la realidad: con la afirmación de su identidad individual y la búsqueda de los elementos vinculantes que fundamentan las relaciones humanas.

En ese sentido, sus personajes son problemáticos y víctimas del conflicto surgido de las fuertes tensiones entre sus pasiones, y los hábitos y costumbres sociales que regulan sus comportamientos y marcan las distancias entre la libertad y el destino, la imaginación y la conciencia.

Su producción poética comprende títulos como Poesía(1907), Rosario de sonetos líricos (1912), El Cristo de Velázquez (1920), Rimas de dentro (1923) y Romancero del destierro (1927), éste último fruto de su experiencia en la isla de Fuerteventura, adonde lo deportaron por su oposición a la dictadura de Primo de Rivera. También cultivó el teatro: Fedra (1924),Sombras de sueño (1931), El otro (1932) y Medea(1933).

Sus poemas y sus obras teatrales abordaron los mismos temas de su narrativa: los dramas íntimos, amorosos, religiosos y políticos a través de personajes conflictivos y sensibles ante las formas evidentes de la realidad. Su obra y su vida estuvieron estrechamente relacionadas, de ahí las contradicciones y paradojas de quien Antonio Machado calificó de "donquijotesco".

Considerado como el escritor más culto de su generación, fue sobre todo un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda. Jubilado desde 1934, sus manifiestas antipatías por la República española llevaron dos años más tarde al gobierno rebelde de Burgos a nombrarlo nuevamente rector de la universidad de Salamanca, pero fue destituido a raíz de su pública ruptura con el fundador de la Legión. En 1962 se publicaron sus Obras completas y en 1994 se dio a conocer la novela inédita Nuevo mundo.

viernes, 14 de enero de 2011


Esta desamortización es la llamada desamortización de Godoy.

En España había un gran desequilibrio presupuestario por causa de las guerras. La solución para paliarlo fue emitir vales reales, pero se emiten demasiados, por lo que se deprecian (Tienen un valor de mercado muy inferior al de emisión). La solución para este nuevo problema podría ser el reducir el número de vales (Quitarlos de la circulación), es decir, liquidarlos con sus intereses, pero no existían fondos con lo que hacerlo, por lo que la única salida es vender bienes. Los primeros decretos legisladores fueron los e septiembre de 1798.

Se expropiaron bienes de la iglesia, bienes de jesuitas que fueron expulsados, venta de colegios mayores, bienes inmuebles de la aristocracia, bienes de hospitales, casas de reclusión, expósitos....

La desamortización afectó a un 15% de tierras eclesiásticas y un 3% de tierras estatales, pero no se realizó por una causa económica, sino para solventar la deuda del estado.

2ª DESAMORTIZACIÓN: (1808 - 1823).

La segunda fase corresponde a la desamortización impulsada durante la guerra de la Independencia por la administración bonapartista y por los legisladores reunidos en Cádiz así como a la efímera obra del Trienio Liberal (1820 - 1823).

Se abolen los señoríos jurisdiccionales. Se suprimen algunos mayorazgos que no se suprimieron en la 1ª desamortización, se venden tierras y municipios de baldíos, bienes comunales.. es decir, va a afectar a muebles e inmuebles de monasterios, conventos y colegios y también a bienes de la aristocracia.

La novedad de esta desamortización es que los bienes se pueden pagar con vales reales. Paralelamente a este proceso, se obliga a reducir el diezmo de la Iglesia, que es sustituido por una nueva contribución (más caudales al estado).

El problema de admitir vales reales al final fue que se venden bienes por valor de 1000 millones, pero se ingresan por caja solamente 100.

Con la restauración del Antiguo Régimen, se va a ordenar devolver los bienes a sus antiguos propietarios, sin reintegrarles el dinero.

3ª DESAMORTIZACIÓN: (1834 - 1854).

Llamada la desamortización de Mendizábal y Espartero.

Tuvo un éxito aparente. En 1833 surgen los problemas de sucesión del rey Fernando VII (Fin de la guerra civil). Mendizábal ordena la disolución de las órdenes religiosas y consigue vender sus bienes. En 1845 se había conseguido vender ya ¾ del patrimonio eclesiástico.

Sin embargo el proceso desamortizador estaba viciado desde el principio. La intención era que hubiera muchos nuevos propietarios de todo tipo (Tanto jornaleros como capitalistas). Pero el problema era que se admitió como medio de pago la deuda por su valor nominal y no por el real. Como la deuda estaba notablemente depreciada, los capitalistas consiguen vencer y comprar la gran mayoría de las tierras, en detrimento de los campesinos (Concentración territorial en manos de los especuladores).

Como consecuencia de todo esto, la desamortización no basta para sanear las finanzas públicas, y la deuda en vez de disminuir, aumenta en 1/3.

A todo esto hay que sumar el temor de los compradores de que otro cambio de régimen le hiciera devolver las fincas, por lo que los compradores se asientan en posiciones liberales. Los campesinos, al verse perjudicados, se sitúan en posiciones antiliberales o reaccionarias (Les aumentan la renta y no les dejan acceder a la propiedad de la tierra).

Una gran diferencia con la anterior desamortización, fue que en 1823 se exigían los títulos adquisitivos, mientras que en ésta sólo se exigen pruebas de propiedad. La supresión del régimen señorial perjudica a los campesinos además por otra vía. Los siervos con tierras se convierten ahora en campesinos libres, pero sin tierras. La aristocracia perdió así sus derechos, pero gana en propiedades. Esto hace que en España se produzca la revolución francesa al revés: son los señores los que implantan el capitalismo en el campo (Aunque lo hacen en su provecho). Los señores son los que apoyan la revolución. Los campesinos apoyan la reacción.

4ª DESAMORTIZACIÓN: (1855 - 1924).

Se inaugura con la Ley General de 1 de mayo de 1855 o Ley Pascual Madoz y es por duración y volumen de ventas la más importante. Se completa la enajenación de los bienes de regulares y seculares y, sobre todo, se declara la venta de los patrimonios de todas las manos muertas (bienes municipales, instrucción pública, beneficencia).

En 1855 los bienes comunes (Vecinales) eran intocables, pero se atacan ilegalmente los usos colectivos. Tanto es así que entre 1855 y 1868 la venta de bienes concejales era ½ del total de ventas. Ahora corrigen el error de la anterior desamortización y se exige el pago en metálico o se acepta la deuda a precio de cotización (No de emisión).

El destino de la recaudación eran la Hacienda y la construcción del ferrocarril. La deuda negociable se cambia por intransferible endosada a los pueblos. Los municipios se ven muy perjudicados, ya que descienden los recursos financieros locales. Esto provoca una disminución de los servicios públicos y una quiebra de la organización rural española.

La desamortización civil coincide con el aumento de la demanda y de los precios. Para producir más se aumentan las roturaciones (Para aumentar la superficie cultivable se rompen baldíos), con lo que se consiguen más tierras de labor. Los cultivos principales son los cereales (en la meseta) y la vid (En la periferia), aunque ya había comenzado antes la expansión de estos cultivos.

La desamortización española fue un largo proceso histórico, económico y social iniciado a finales del siglo XVIII por Godoy (1798) y cerrado ya muy entrado el siglo XX (16 de diciembre de 1924).

Consistió en poner en el mercado, previa expropiación forzosa, y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían enajenar, en poder de las llamadas «manos muertas», es decir la Iglesia Católica o las órdenes religiosas que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos y abintestatos. También los llamados baldíos y tierras comunales de los municipios. En otros países sucedió un fenómeno de características más o menos similares. Por ejemplo en México, la Ley Lerdo es el sobrenombre con el se conoce "La Ley de desamortización de las fincas rústicas y urbanas de las corporaciones civiles y religiosas de México" y fue expedida el 25 de junio de 1856, por el presidente Ignacio Comonfort. 1

Su finalidad fue acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de labradores propietarios. Además, el estado obtenía unos ingresos extraordinarios con los que se pretendían amortizar los títulos de deuda pública.

La desamortización se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen, para implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX.


GUERRA DE CUBA

Tras la República del 74, la idea de la vuelta de la monarquía borbónica se reafirmaba cada vez más. El pronunciamiento del general Martínez campos en Sagunto (29 de diciembre de 1874) puso fin a la república y preparó la Restauración monárquica en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II. Pero la vuelta al trono de los Borbones estaba ya preparada gracias a los esfuerzos de Antonio Cánovas del Castillo, líder del partido alfonsino y verdadero artífice de la Restauración. El futuro rey había hecho publico previamente el Manifiesto de Sandhurst (1 de diciembre de 1874), en el cual el príncipe Alfonso se comprometía a respetar los principios liberales.

Alfonso XII, pronto se transformó en líder de una Restauración que se podría dividir en tres etapas: una inicial, que llega hasta 1885, cuando muere Alfonso XII, otra segunda, donde su esposa la reina María Cristina de Austria ejerce la Regencia, y otra tercera, que empieza en 1902, con la mayoría de edad de Alfonso XIII.

Acta de la Elección de la 1ª Comisión Ejecutiva de UGT. 1888En el año 1888, a las 10’30 horas del 12 de agosto, veintiséis hombres tomaban asiento en el salón del Círculo Socialista ubicado en la calle Tallers, 29, de Barcelona, para iniciar el Primer Congreso Nacional Obrero: Antonio García Quejido, Pablo Iglesias, Juan Serna, Basilio Martín Rodríguez, Pablo Roca, Pedro Botifoll, Ramón Cuñé, Constantino Amigó, Antonio Cortés, Juan Roca, Baldomero Carbonell, Rafael Orrioles, José Anguera, Toribio Reoyo, Salvador Ferrer, Cristóbal Uño, Antonio Torroella, José Sarcos, Ramón Perramón, Jaime Mora, Juan Matas, J. Castells, José Pons, Juan Boixader, Juan Palomero y Antonio Moliner. Estos 26 delegados, que representaban a 44 sociedades de oficios (28 de ellas de Cataluña y 16 a las provincias castellanas) y a un total de 5.154 afiliados, de los que 1.391 correspondían a la Federación Tipográfica Española, habían llegado animados por un empeño común: constituir la primera Organización nacional de sociedades obreras para defender sus intereses de asalariados frente a la patronal.

El Congreso duró hasta el día 14 y en la segunda sesión un tipógrafo llamado Pablo Iglesias Posse proponía que la nueva Organización obrera llevara por nombre "Unión General de Trabajadores de España". La sugerencia fue aprobada por el Congreso, que antes de cerrar sus sesiones eligió como presidente de la organización a un compañero de Pablo Iglesias, el también tipógrafo Antonio García Quejido, secretario a su vez de la Federación Socialista Madrileña.

La recién nacida UGT se organiza a base de Sindicatos de Oficio a nivel local y por Federaciones a nivel nacional, queda aprobado un programa de fijación de salarios mínimos, y se acuerda la petición de la jornada de ocho horas. La cuota de afiliación queda fijada en cinco céntimos. Como órgano directivo entre Congresos actúa el Comité Nacional. Así cristalizaban los deseos de miles de trabajadores que, a raíz de la aparición de la I Internacional (1864), venían dirigiendo sus esfuerzos a crear Asociaciones obreras basadas en la solidaridad y estructuradas en agrupaciones de oficios.

En torno a una de esas Asociaciones (la Asociación del Arte de Imprimir, de Madrid), y a una de sus figuras más destacadas,Pablo Iglesias, se nuclea la tendencia marxista que sería decisoria para la fundación del PSOE y la creación de UGT, su Organización hermana en el campo laboral. De hecho, pocos días después de la celebración de este Primer Congreso Nacional Obrero se celebra el Congreso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que establecería como requisito para la militancia en el partido la pertenencia al sindicato recién creado.

Hasta finales de siglo, UGT experimenta un proceso de consolidación y va extendiendo su influencia a las diversas provincias españolas (particularmente por la cuenca minera asturiana y Vizcaya gracias a la labor de dirigentes como Varelay Vigil, Manuel Llaneza y Perezagua). En 1890 se celebra el II Congreso de UGT y por primera vez en España se celebra el 1º de Mayo (en Barcelona, Madrid y Bilbao). Con el cierre del siglo, UGT había pasado a tener más de 26.000 afiliados y para 1910, fecha de fundación de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), el número de afiliados al sindicato socialista alcanzaba los 43.000. Ese mismo año, Pablo Iglesias se convierte en el primer diputado obrero de España.Pablo Iglesias Posse. Breve Biografía

En 1892 se celebra el III Congreso de UGT; dos años más tarde, del 25 al 28 de agosto de 1894, el IV Congreso en Madrid, y en 1896 el V Congreso. En su VI Congreso (13-15 de septiembre de 1899), la sede central del sindicato en Barcelona se traslada a Madrid. Los últimos años del siglo XIX resultan difíciles para el movimiento obrero español debido a las suspensiones, detenciones y violentas represalias que provocan las numerosas huelgas y actos de protesta de los trabajadores contra las guerras coloniales en las que, por aquel entonces, se ve enzarzada España (Huelga General contra la guerra de Marruecos el 26 de julio de 1909).

Durante la primera década del siglo XX, UGT experimenta un período de desarrollo ideológico y organizativo. Es a partir de entonces cuando se perfila una nueva generación de dirigentes, tales como Saborit, Indalecio Prieto y Anguiano. En 1902 se celebró el VII Congreso y tres años más tarde, en 1905, el VIII Congreso. En el IX Congreso, el 28 de noviembre de 1908, se inaugura la Casa del Pueblo de Madrid (c/ Piamonte, 2). La Organización va creciendo hasta llegar en 1915 a los 110.000 afiliados. En el X Congreso de 1911 se sustituyen los Sindicatos de Oficios por Sindicatos de Industria, lo que permitirá la consolidación del movimiento reivindicativo y la creación de Sindicatos poderosos. Esta es también la década de la creación de cooperativas obreras y centros educativos y de esparcimiento, como las Casas del Pueblo. En 1914 se celebra el XI Congreso y en 1916 tiene lugar el XII Congreso que aprueba el primer plan de lucha contra el aumento del coste de la vida.

La activa participación de UGT en las numerosas huelgas que tienen lugar en la segunda década del siglo XX (y que desembocan en la huelga general del 13 de agosto de 1917, cuando es decretado el estado de guerra) hace aún frecuentes, sin embargo, las disoluciones de la organización y la encarcelación de sus dirigentes. El año 1917 es crucial para el desarrollo futuro del sindicalismo en nuestro país. Este es el año en que el Movimiento Obrero descubre su capacidad de influir en las decisiones políticas, se enfrenta abiertamente al Gobierno y es capaz de ofrecer una alternativa. Dos meses después, otros acontecimientos exteriores reforzarían ese descubrimiento: la Revolución de Octubre.

Julián Besteiro Fernández. Breve BiografíaLa huelga general del 13 de agosto de 1917 (precedida por la publicación de un manifiesto redactado por Besteiro en el que se pedía la formación de un Gobierno provisional y el final del sistema caciquil de elecciones) vino precedida por la huelga general convocada por el sector ferroviario de UGT el día 9 y que se inició al día siguiente extendiéndose a todo el país. Esa huelga general da lugar a choques entre el Ejército y los huelguistas y los miembros del Comité de Huelga son condenados a cadena perpetua en Consejo de Guerra celebrado el 29 de septiembre. Pero éstos, entre los que se encuentran Besteiro, Largo Caballero, Saborit y Anguiano, son puestos en libertad unos meses (mayo de 1918) después de anunciada la condena al ser elegidos diputados. El saldo total de la huelga general en toda España fue de 2.000 detenidos aproximadamente y cerca de un centenar de obreros muertos. Esta huelga general marcó un punto máximo de combatividad y tuvo un alcance histórico, ya que fue la primera de género político en España que, con carácter general, abarcó a todo el territorio nacional. Al año siguiente, UGT celebra su XIII Congreso en el que se aprueba un Programa Máximo.

Los ecos de la revolución rusa repercuten en los debates entre los afiliados a UGT, y también al PSOE. Algunos se muestran partidarios de adherirse a la III Internacional (creada por Leninen 1921), pero son derrotadas sus tesis tanto en el Sindicato como en el Partido y ello provoca posteriormente una escisión que se salda con la fundación por parte de los perdedores del Partido Comunista Obrero Español (PCOE). Mientras tanto, por Decreto Ley de abril de 1919, los trabajadores habían conseguido una de sus viejas aspiraciones: la jornada laboral de ocho horas. En este mismo año, Largo Caballero y Besteiro participan en la fundación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En 1920 UGT celebra su XIV Congreso. Para aquel entonces, con datos de 1921, UGT superaba con creces los 200.000 afiliados y un año más tarde, en 1922, celebra su XV Congreso.

La llegada al poder de Miguel Primo de Rivera en 1923, mediante un golpe de Estado, acrecienta las protestas obreras, tanto entre los ugetistas como entre los cenetistas. Estas protestas resultan en una disolución de los segundos (que eligen el enfrentamiento con el nuevo régimen) y un languidecimiento de los primeros. La muerte de Pablo Iglesias, el 9 de diciembre de 1925, deja la responsabilidad de UGT en manos de Indalecio Prieto, Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero, tres figuras claves del socialismo español en los años venideros tras la caída de la dictadura de Primo de Rivera, en 1930. El 16 de septiembre de 1928 UGT celebra su XVI Congreso en el que se establece que las Federaciones de Industria son la base organizativa del Sindicato. Por esas fechas, UGT contaba con casi 300.000 afiliados y se producía la decisiva incorporación de los campesinos a la lucha sindical.

En mayo de 1924 se produce la disolución del Instituto de Reformas Sociales y creación, en sustitución de éste, del Consejo Superior de Trabajo, en el que se integran como vocales obrerosLargo Caballero, Núñez Tomás, Lucio Martínez Gil y Santiago Pérez Infante.

Francisco Largo Caballero. Breve BiografíaLa caída de la dictadura y la instauración de la II República (14 de abril de 1931) abre en el Sindicato la vieja polémica sobre la conveniencia o no de participar con los partidos republicanos en coaliciones políticas. En ese sentido, Francisco Largo Caballero se pronuncia, en principio, a favor de la participación e Indalecio Prieto asiste, a título personal, en San Sebastián, a la firma de un pacto por el que se perfila la coalición republicano-socialista que resultaría vencedora en las grandes ciudades en las elecciones del 12 de abril de 1931. Largo Caballero, como Ministro de Trabajo, promulga leyes sobre la jornada de ocho horas, salario mínimo, jurados mixtos, asociaciones obreras, etc.

Julián Besteiro no es partidario de implicar a UGT en la política y se distancia de las posturas de sus correligionarios Prieto yLargo Caballero. Esta decisión cuesta a Besteiro el ser desplazado por Largo Caballero en la dirección del PSOE en el Congreso de 1932 (año en el que se celebra el XVII Congreso de UGT, último Congreso sindical en España hasta 1976, y se produce una huelga general contra el golpe de Sanjurjo) y también su salida de la Comisión Ejecutiva del Sindicato al año siguiente, al ganar las tesis de Largo Caballero en una reunión del Comité Nacional (27 de enero de 1934). Con él dejan la Ejecutiva Saborit y Trifón Gómez. Víctima de la impaciencia y la decepción por las limitaciones que impone la vía parlamentaria,Largo Caballero se pronuncia partidario de una toma de poder mediante la acción revolucionaria. No es ajena a esta toma de posición de Largo Caballero su experiencia en el Gobierno como Ministro de Trabajo. En esa época las sociedades obreras estaban acogidas a la Ley de Asociaciones Profesionales de Patronos y Obreros de 8 de abril de 1932, figurando la mayoría de ellas en un Censo de Asociaciones Obreras llamado “Censo Largo Caballero”. No sólo tenían carácter sindical, sino que eran “el sindicato”, la forma ordinaria de organización de los trabajadores a la que éstos se afiliaban, siendo aquéllas las que posteriormente se afiliaban a UGT. Y los sindicatos de entonces tenían y ejercían funciones de asistencia y socorro de los trabajadores, que llevaban a cabo a través de cooperativas de consumo, de trabajo, de vivienda, sociedades de socorros mutuos, fundaciones con fines asistenciales, etc., constituidas por los propios sindicatos.

En 1934 la situación empeora, con un Gobierno de derechas dispuesto a ir recortando las mejoras sociales conseguidas por los trabajadores en la anterior legislatura, y que se emplea a fondo contra cualquier protesta laboral. Entre el 5 y el 18 de octubre se convoca una huelga general que prende en casi todo el país, particularmente en Asturias, donde la Alianza Obrera (UGT y CNT) se hace con las riendas y se crea una situación revolucionaria que el Gobierno reprime causando numerosas víctimas y practicando un sinfín de detenciones. Largo Caballero es encarcelado y se clausuran las Casas del Pueblo.

La polarización de las fuerzas políticas y sociales facilita la creación del Frente Popular, coalición de los partidos de izquierda, que ganará las elecciones del 16 de febrero de 1936 y que preside Largo Caballero. Pocos meses después empezará la Guerra Civil al sublevarse el General Franco contra la República (lo que motiva un llamamiento de UGT a la huelga general contra el golpe militar), y con la Guerra Civil se inicia un período de extraordinario esfuerzo para el Movimiento sindical, que se ve obligado a renunciar a muchas de las actividades propias de sus Organizaciones en aras de la defensa de la legitimidad nacional. En el umbral del conflicto, UGT contaba en sus filas con cerca de un millón y medio de afiliados, que debían compaginar la doble tarea de combatir en todos los frentes y asegurar la continuidad de la producción industrial y agrícola en la retaguardia.

Los años de la guerra son años de crisis y desgaste dentro del Movimiento sindical, debido, en parte, a las distintas posturas políticas que coexisten en su seno. En septiembre de 1937 la Comisión Ejecutiva de UGT expulsa a nueve Federaciones Nacionales que están descontentas con su gestión (entre ellas, la Federación del "glorioso Sindicato Minero Asturiano", de la que era secretario general Ramón González Peña, Presidente del PSOE); antes de adoptar esta decisión, la Comisión Ejecutiva había suspendido en sus derechos a la Federación de las Artes Blancas de Madrid, una de las de más brillante historial revolucionario.

Anécdotas aparte, para estos sindicalistas, la Guerra Civil, tras la rebelión militar contra la República el 18 de julio de 1936, abre un paréntesis que les obliga a ejercer una lucha doble, en sus puestos de trabajo y en las barricadas, y se cierra con una derrota que obliga a miles de ellos a cruzar la frontera para terminar siendo internados en campos de concentración (como le sucedería al propio Largo Caballero). En 1938 un Pleno ampliado de UGT elige a una nueva Ejecutiva de integración, y en marzo de este año se aprueba un programa de unidad de acción entre UGT y CNT. En el año 1939 son incautados los bienes acumulados por los Sindicatos obreros y comienza la larga noche de la dictadura franquista. El nuevo régimen reprime a las Organizaciones populares y a sus integrantes. Comienzan los juicios sumarísimos contra los que permanecen en la Península. Besteiro es encarcelado y muere en la prisión de Carmona (Sevilla) el 27 de septiembre de 1940. Los que escapan a las iras franquistas intentan organizarse en núcleos de resistencia que dieron lugar al nacimiento de los “maquis", grupos guerrilleros que combatieron en las montañas a lo largo de la década de los cuarenta.