viernes, 14 de enero de 2011


Esta desamortización es la llamada desamortización de Godoy.

En España había un gran desequilibrio presupuestario por causa de las guerras. La solución para paliarlo fue emitir vales reales, pero se emiten demasiados, por lo que se deprecian (Tienen un valor de mercado muy inferior al de emisión). La solución para este nuevo problema podría ser el reducir el número de vales (Quitarlos de la circulación), es decir, liquidarlos con sus intereses, pero no existían fondos con lo que hacerlo, por lo que la única salida es vender bienes. Los primeros decretos legisladores fueron los e septiembre de 1798.

Se expropiaron bienes de la iglesia, bienes de jesuitas que fueron expulsados, venta de colegios mayores, bienes inmuebles de la aristocracia, bienes de hospitales, casas de reclusión, expósitos....

La desamortización afectó a un 15% de tierras eclesiásticas y un 3% de tierras estatales, pero no se realizó por una causa económica, sino para solventar la deuda del estado.

2ª DESAMORTIZACIÓN: (1808 - 1823).

La segunda fase corresponde a la desamortización impulsada durante la guerra de la Independencia por la administración bonapartista y por los legisladores reunidos en Cádiz así como a la efímera obra del Trienio Liberal (1820 - 1823).

Se abolen los señoríos jurisdiccionales. Se suprimen algunos mayorazgos que no se suprimieron en la 1ª desamortización, se venden tierras y municipios de baldíos, bienes comunales.. es decir, va a afectar a muebles e inmuebles de monasterios, conventos y colegios y también a bienes de la aristocracia.

La novedad de esta desamortización es que los bienes se pueden pagar con vales reales. Paralelamente a este proceso, se obliga a reducir el diezmo de la Iglesia, que es sustituido por una nueva contribución (más caudales al estado).

El problema de admitir vales reales al final fue que se venden bienes por valor de 1000 millones, pero se ingresan por caja solamente 100.

Con la restauración del Antiguo Régimen, se va a ordenar devolver los bienes a sus antiguos propietarios, sin reintegrarles el dinero.

3ª DESAMORTIZACIÓN: (1834 - 1854).

Llamada la desamortización de Mendizábal y Espartero.

Tuvo un éxito aparente. En 1833 surgen los problemas de sucesión del rey Fernando VII (Fin de la guerra civil). Mendizábal ordena la disolución de las órdenes religiosas y consigue vender sus bienes. En 1845 se había conseguido vender ya ¾ del patrimonio eclesiástico.

Sin embargo el proceso desamortizador estaba viciado desde el principio. La intención era que hubiera muchos nuevos propietarios de todo tipo (Tanto jornaleros como capitalistas). Pero el problema era que se admitió como medio de pago la deuda por su valor nominal y no por el real. Como la deuda estaba notablemente depreciada, los capitalistas consiguen vencer y comprar la gran mayoría de las tierras, en detrimento de los campesinos (Concentración territorial en manos de los especuladores).

Como consecuencia de todo esto, la desamortización no basta para sanear las finanzas públicas, y la deuda en vez de disminuir, aumenta en 1/3.

A todo esto hay que sumar el temor de los compradores de que otro cambio de régimen le hiciera devolver las fincas, por lo que los compradores se asientan en posiciones liberales. Los campesinos, al verse perjudicados, se sitúan en posiciones antiliberales o reaccionarias (Les aumentan la renta y no les dejan acceder a la propiedad de la tierra).

Una gran diferencia con la anterior desamortización, fue que en 1823 se exigían los títulos adquisitivos, mientras que en ésta sólo se exigen pruebas de propiedad. La supresión del régimen señorial perjudica a los campesinos además por otra vía. Los siervos con tierras se convierten ahora en campesinos libres, pero sin tierras. La aristocracia perdió así sus derechos, pero gana en propiedades. Esto hace que en España se produzca la revolución francesa al revés: son los señores los que implantan el capitalismo en el campo (Aunque lo hacen en su provecho). Los señores son los que apoyan la revolución. Los campesinos apoyan la reacción.

4ª DESAMORTIZACIÓN: (1855 - 1924).

Se inaugura con la Ley General de 1 de mayo de 1855 o Ley Pascual Madoz y es por duración y volumen de ventas la más importante. Se completa la enajenación de los bienes de regulares y seculares y, sobre todo, se declara la venta de los patrimonios de todas las manos muertas (bienes municipales, instrucción pública, beneficencia).

En 1855 los bienes comunes (Vecinales) eran intocables, pero se atacan ilegalmente los usos colectivos. Tanto es así que entre 1855 y 1868 la venta de bienes concejales era ½ del total de ventas. Ahora corrigen el error de la anterior desamortización y se exige el pago en metálico o se acepta la deuda a precio de cotización (No de emisión).

El destino de la recaudación eran la Hacienda y la construcción del ferrocarril. La deuda negociable se cambia por intransferible endosada a los pueblos. Los municipios se ven muy perjudicados, ya que descienden los recursos financieros locales. Esto provoca una disminución de los servicios públicos y una quiebra de la organización rural española.

La desamortización civil coincide con el aumento de la demanda y de los precios. Para producir más se aumentan las roturaciones (Para aumentar la superficie cultivable se rompen baldíos), con lo que se consiguen más tierras de labor. Los cultivos principales son los cereales (en la meseta) y la vid (En la periferia), aunque ya había comenzado antes la expansión de estos cultivos.

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