viernes, 26 de febrero de 2010

En el Cantar de mio Cid se narran las gestas de un personaje real, nacido en Burgos en torno a 1043. Sin embargo, la obra presenta abundantes pasajes y personajes inventados por necesidades literarias, como la visión del arcángel Gabriel, la afrenta de Corpes, el engaño de las arcas, el encuentro del Cid y el león o la celebración de las cortes de Toledo; se trata de elementos insertados por el autor que buscan, en último término, engrandecer la figura del héroe. El poema, además, omite ciertos hechos reales, como la procedencia leonesa de doña Jimena, perteneciente a la alta nobleza, y modifica el orden de las batallas. El protagonista del Cantar, dotado de una gran humanidad y rasgos realistas, es un personaje verosímil, pero no real. La figura del héroe se ve idealizada por la ficción, que exagera sus rasgos y configura una historia con una progresión ascendente. El Cid, gracias a su esfuerzo, va paulatinamente superando los embates de su mala fortuna, conquistando una fama y una honra que en justicia no debía haber perdido y alcanzando una posición social mayor de la que tenía al comienzo de la obra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario